El CEO de OpenAI, Sam Altman, compareció ante una subcomisión judicial del Senado y llamó a los legisladores a regular la inteligencia artificial (IA).
Altman describió el auge de la IA como un momento histórico, pero destacó la necesidad de garantías y regulaciones para mitigar los riesgos asociados con los modelos de IA cada vez más potentes. Su comparecencia se produce después del éxito viral de ChatGPT, la herramienta de chatbot de OpenAI, que ha despertado preocupación entre los legisladores sobre los riesgos de la tecnología.
El senador Richard Blumenthal presentó una grabación falsa de su propia voz para ilustrar los peligros potenciales de la IA y argumentó que no se puede permitir que la tecnología se desarrolle sin regulación. Altman expresó preocupación por el uso de la IA para manipular a los votantes y difundir desinformación, especialmente de cara a las próximas elecciones.
Propuso la creación de un régimen de licencias para empresas que trabajan en sistemas de IA avanzados como una posible medida de regulación.
Christina Montgomery, de IBM, y Gary Marcus, crítico de la exageración de la IA, también testificaron en la audiencia. Ambos advirtieron sobre los riesgos de la IA, pero también destacaron su potencial para crear empleos nuevos a pesar de la posible eliminación de algunos puestos de trabajo.
Quienes conocen a Altman lo describen como un pensador brillante, alguien que hace apuestas premonitorias e incluso se le ha llamado “un Yoda de las startups”. En entrevistas realizadas este año, Altman se ha presentado como alguien consciente de los riesgos que plantea la IA e incluso “un poco asustado” por la tecnología. Él y su empresa se han comprometido a avanzar con responsabilidad.
“Si alguien sabe adónde va esto, ese es Sam”, escribió Brian Chesky, CEO de Airbnb, en una publicación sobre Altman con motivo de la inclusión de este último este año en la lista de TIME de las 100 personas más influyentes.
