Marte está a punto de ser invadido por la Tierra

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Marte está a punto de ser invadido por la Tierra, a lo grande.

Tres países, Estados Unidos, China y Emiratos Árabes Unidos enviarán naves no tripuladas al planeta rojo en rápida sucesión a partir de esta semana, en el esfuerzo más grande hasta la fecha por buscar indicios de antigua vida microscópica y explorar el lugar para futuros astronautas.

Estados Unidos enviará un vehículo de seis ruedas del tamaño de un auto, llamado Perseverance, para reunir muestras de rocas que serán enviadas de vuelta a la Tierra para su análisis aproximadamente dentro de una década.

“Ahora mismo, más que nunca, ese nombre es muy importante”, dijo el administrador de la NASA Jim Bridenstine mientras continuaban los preparativos pese al brote de coronavirus, que reducirá al mínimo la lista de invitados al lanzamiento.

Cada nave viajará más de 483 millones de kilómetros (300 millones de millas) antes de llegar a Marte el próximo febrero. Hacen falta entre seis y siete meses, como mínimo, para que una nave salga de la órbita terrestre y se sincronice con la órbita más lejana de Marte alrededor del sol.

Los científicos quieren saber cómo era Marte hace miles de millones de años, cuando tenía ríos, lagos y océanos que podrían haber permitido la proliferación de organismos diminutos y sencillos, antes de que el planeta se convirtiera en el mundo árido y estéril que es hoy.

“Intentar confirmar que existió vida en otro planeta es algo grande. Tiene una carga de la prueba muy grande”, indicó Ken Farley, de Caltech en Pasadena, California, científico del proyecto Perseverance.

No es coincidencia que los tres lanzamientos sean casi simultáneos. La fecha viene marcada por la apertura de una ventana de un mes en la que Marte y la Tierra están en una alineación ideal en el mismo lado del Sol, lo que minimiza el tiempo de viaje y el consumo de combustible. Esa ventana sólo se produce una vez cada 26 meses.

Hace mucho tiempo que Marte ejerce un poderoso influjo sobre la imaginación humana, pero el planeta se ha convertido en el cementerio de muchas misiones. Algunas naves estallaron, ardieron o se estrellaron, y la tasa de bajas a lo largo de las décadas supera el 50%. El último intento de China, en colaboración con Rusia en 2011, terminó en fracaso.